jueves, 11 de marzo de 2010

Precious


La desgarradora historia de Clareece Precious Jones nos hace reflexionar sobre la existencia de un mundo de miseria y desolación escondido entre los adoquines de las grandes ciudades cosmopolitas en las que vivimos. El caso de Precious es ficción, pero si dejamos de mirar hacia otro lado en cada una de nuestras 'preciosas' ciudades, es posible que nos encontremos con un rincón no tan 'precious'.

'Precious' es grande, y no me refiero en el sentido obvio, es grande porque nos demuestra como a pesar del sufrimiento y la humillación que marcan el devenir de sus días, Precious encuentra un hueco para mantener la ilusión. Si la hacen sentir fea, ella se siente una modelo. Si la hacen sentir indiferente, ella se siente una estrella de hollywood.

Una película para llorar, pero también para reír. Y es que resulta inevitable sonreír cuando Precious da rienda suelta a su imaginación, o cuando, sin maldad alguna, llama a su propia hija Mongo.

Precious cuenta con la genial actuación de Mo'nique en el papel de madre, que bien le mereció el Oscar. Y de una magnífica Gabourey Sidibe en el papel de 'Precious' que hubiera ganado el Oscar si la academia no hubiera tenido una deuda moral con Sandra Bullock.

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